Real Unión de Criadores de Toros de Lidia

Cultura sostenible

La crianza del toro de lidia está reconocida como Patrimonio Cultural mediante Ley 18/2013

La Ley 18/2013, de 12 de noviembre, para la regulación de la Tauromaquia como Patrimonio Cultural establece que se entiende por Tauromaquia “el conjunto de conocimientos y actividades artísticas, creativas y productivas, incluyendo la crianza y selección del toro de lidia, que confluyen en la corrida de toros moderna y el arte de lidiar, expresión relevante de la cultura tradicional del pueblo español. Por extensión, se entiende comprendida en el concepto de Tauromaquia toda manifestación artística y cultural vinculada a la misma”.

Por tanto, en los términos que establece la definición, la crianza del toro de lidia forma parte del patrimonio cultural digno de protección en todo el territorio nacional, de acuerdo con la normativa aplicable y los tratados internacionales sobre la materia.

La cría de ganado de lidia es una actividad artesanal asentada en la cultura tradicional

Los ganaderos de lidia son profesionales que dedican su esfuerzo a la cría de un animal en donde su objetivo es mejorar su selección y criar un animal que reúna las condiciones que cada criador considera fundamentales para el espectáculo.

Criadores de lidia o creadores de bravura

Los ganaderos son creadores de bravura porque han ido modelando y creando una raza adaptada a la demanda de los gustos de los espectadores. Cada ganadero imprime un sello propio en base a su personalidad a los toros o productos que cría.

En la ganadería de lidia es en la única producción cuya selección se realiza en base a parámetros de comportamiento y no de producción.

El toro como fuente de inspiración para las manifestaciones artísticas

La cultura del toro impregna gran parte de las obras más representativas del arte español. La majestuosidad y misterio del toro han servido como fuente de inspiración a muchos artistas y aparece reflejado en las manifestaciones de las culturas más antiguas de la humanidad envuelta en una compleja simbología como el origen de la vida, como signo de fertilidad…

Desde el Paleolítico se conservan representados en las Cuevas de Altamira los antiguos uros, antecesor del toro.

En la Antigüedad Clásica destacan las pinturas en el palacio de Cnosos en Creta, y por el Mediterráneo se extendieron las pinturas del Minotauro, los Toros de Gerión y los Trabajos de Hércules, que suponen el origen de la mitología taurina.

En el s. XVIII Francisco de Goya retrata los progresos de una Tauromaquia moderna. En el s. XIX los pintores Fortuny y Manet plasman la belleza del toro de lidia, al igual que Sorolla, Delacroix y Van Gogh.

En el s.XX son varios los artistas que se sirven del toro de lidia como inspiración para sus pinturas, destaca Pablo Picasso y su obra ‘Gernica’, también destacan otros autores como Ignacio Zuloaga, Gutiérrez Solana. Incluso extranjeros como el británico Francis Bacon o el francés André Masson o el colombiano Botero.
De la escultura, se deben mencionar los bronces de Benlliure, o también Picasso y Botero.

Numerosas son las obras literarias que se basan en el toro de lidia o en acontecimientos taurinos para expresar su obra: Poetas como Rafael Alberti, Gerardo Diego, Manuel Machado, Federico García Lorca… utilizaban el toro como fuente de inspiración.

Autores como Vicente Aleixandre (‘Toro’, ‘El Misterio de la Muerte del Toro’), Rafael Duyos (‘El toro cinqueño’), Fernando Villalón, entre otros dejaron constancia de la importancia del toro en sus obras.

Riqueza en el léxico de la crianza del toro

En el ámbito de la crianza del toro de lidia se puede considerar que es generadora de un léxico preciso propio. Centenares de términos específicos alimentan el lenguaje. Más de 200 términos propios pueden utilizarse para definir a un animal, para definir parámetros de selección o describir comportamientos, etc.