Real Unión de Criadores de Toros de Lidia

Crianza sostenible

Producción internacional y localizada en Sistemas de Alto Valor Natural

La producción de la raza de lidia se extiende por España, Portugal, sur de Francia, México, Colombia, Perú, Ecuador y Venezuela.

Existen más de 976 explotaciones ganaderas de raza de lidia en España, que cuentan con un censo de 213.457 animales inscritos en el Libro Genealógico de la Raza Bovina de Lidia.

La crianza de toro de lidia se extiende por más de 250.000 hectáreas de dehesa, definidas por la Unión Europea como Sistemas de Alto Valor Natural (AVN)*.

*Estos Sistemas, caracterizados por el bajo empleo de insumos, la presencia de vegetación seminatural y la diversidad de usos del suelo, abarcan en España una enorme tipología de fincas: desde zonas pastadas por ganadería extensiva hasta herbáceos de secano con manchas de vegetación. De su mantenimiento dependen especies únicas y emblemáticas, como el lince ibérico, el águila imperial, razas ganaderas autóctonas o variedades autóctonas de cultivos.

La raza bovina de lidia puede considerarse como una de las más antiguas del mundo

Los criadores españoles iniciaron la selección del toro de lidia para los espectáculos taurinos antes de que Robert Bakewell (Dishley-Inglaterra. 1725-1795) comenzara la especialización del bovino en producción de carne, seguida posteriormente por la de leche. La abundancia de documentación histórica sobre procedencia de las distintas ganaderías, permite trazar el origen del ganado de lidia desde los siglos XVI-XVIII hasta nuestros días.

Los animales de esta raza viven en semilibertad y se agrupan en manadas que cuentan con una estructura social jerarquizada. Desde el mismo momento del nacimiento vigilan el entorno, en alerta constante, y embisten si son amenazados. Conservan instintos de la vida salvaje que se han perdido en la mayoría de las razas bovinas por la domesticación de las mismas.

Joya del patrimonio genético español, con más de tres siglos de historia

El toro de lidia es la joya del patrimonio genético de las razas ganaderas españolas. Cuenta con una estructura genética particular, de imposible recreación a partir de otras razas bovinas y es fruto de una labor de selección realizada por los ganaderos durante tres siglos.

El grado de diferenciación genético observado en la raza de lidia es muy superior al que hay en razas bovinas europeas por lo que debería ser considerada metaraza o raza de razas.

Versatilidad de la raza respecto a su adaptación durante más de tres siglos de historia

Las ganaderías de esta raza se han ido adaptando durante tres siglos a la evolución de los espectáculos taurinos, que está en cambio constante marcado por los gustos del público y por las preferencias de las figuras del toreo.

[ultimate_ctation content_alignment=»ctaction-text-left» ctaction_background=»#6da200″ ctaction_background_hover=»#cccccc» ctaction_padding_left=»20″ ctaction_padding_right=»20″ text_font_style=»font-weight:bold;» text_font_family=»font_family:Open Sans|font_call:Open+Sans» text_font_size=»desktop:15px;»]Existen poblaciones de esta raza que cumplen los parámetros de la FAO para ser considerados en riesgo de extinción.[/ultimate_ctation]

Exchageability o reducida canjeabilidad ecológica y genética de la raza de lidia

Una de las características más singulares de la raza es su ‘Exchangeability’ o reducida canjeabilidad ecológica y genética. En términos genéticos, indica que es una unidad evolutiva con dificultad para poder ser sustituida por otra, y por ello es una raza de gran prioridad en programas de conservación.

Sistema de crianza extensivo y respetuoso con el medio ambiente

Sistema de crianza extensivo y respetuoso con el medio ambiente. Dispone de mayor intensificación que otras razas bovinas (cerca de 2 ha/cabeza en el caso de las ganaderías UCTL) y tiene menos impacto sobre su hábitat que otras especies como el cerdo o la oveja.

El toro de lidia convive y protege a especies en peligro de extinción como son el lince, águila imperial, cigüeña negra… De hecho, en las dehesas de toros de lidia se desarrollan programas de conservación de especies protegidas, también son puntos de paradas de aves migratorias cuando hay presencia de acuíferos.

Los efectos positivos de las ganaderías de lidia respecto a la conservación del medio ambiente:

  • Contribuyen a la lucha contra el cambio climático porque las dehesas son sumideros de CO2 y fuentes productoras de oxígeno.
  • Son una barrera frente a los incendios por la limpieza del matorral, por la constante vigilancia del ganado y por las características de sus cerramientos, que dificultan la formación y propagación de los mismos.
  • Evitan el furtivismo y limitan el acceso del mayor depredador: el hombre.

Los ganaderos de lidia son auténticos gestores ambientales

Son herederos de un modelo de gestión basado en la tradición, en un conocimiento moderno de la explotación agraria y en un profundo respeto al medio ambiente.

Además, cuidan el entorno rural huyendo de la tala indiscriminada de árboles para la roturación de la dehesa en favor del cultivo del cereal, favoreciendo la biodiversidad de la flora y de la fauna autóctonas.

Las ganaderías de lidia dinamizan la economía del medio rural

Las ganaderías de la UCTL se asientan en su mayoría en los territorios menos poblados de la Unión Europea, que cuentan con una densidad inferior a 50 habitantes por Km2, áreas marginales caracterizadas por la inexistencia de tejido industrial. Las dehesas de toros de lidia se localizan principalmente en sierra o monte; zonas desfavorecidas de la Península Ibérica más agrestes y pobres, no aptas para el cultivo y amenazadas por la despoblación.

La producción animal de toros de lidia es la más costosa que existe por su largo productivo superior